sábado, 30 de abril de 2016

DIABLOS Y BECERRIL



Por Cesáreo Suárez Naranjo.

Capítulo 20.

Los Diablos Rojos - equipo en el que militaba Becerril Fernández - empezaron la temporada 1962 bajo la dirección del cubano Wilfredo Calviño (quien ya lo había hecho en parte de la campaña anterior).

Abrieron la temporada en el puerto jarocho, enfrentando al Åguila entre el 15 y 17 de Abril. Calviño  presentó la siguiente alineación para el juego inaugural: 


Ossie Álvarez por la intermedia; Leo Rodríguez en las paradas cortas; Edmundo "Sandy" Amorós (el de aquella tremenda atrapada, en el séptimo juego de la Serie Mundial de 1955) en el jardín izquierdo (su posición favorita); MIGUEL FERNÁNDEZ bateando en lugar de honor y cubriendo la primera colchoneta; Humberto "Pajarito" Guerrero por la esquina caliente; Diablo Montoya en el jardín derecho; Hilario "Jungla" Salinas en la pradera central; Beto Palafox en la receptoría; y, como lanzador, mi pariente ALBERTO JOACHÍN.




Como podemos ver, la novena escarlata se estaba armando lo mejor posible para enfrentar a los equipos rivales; pero, no sólo ellos, pues por ahí estaban los Sultanes de Monterrey, para los que su dueño - Anuar Canavati - trajese a Clemente Carrera (con experiencia en la recién fenecida Liga Cubana) para que tomase la dirección del equipo regio, contando entre sus jugadores estelares a Alonso Perry, Héctor Espino, en su primera temporada y Miguel Cuellar (para no alargar la "lista).

El campeón de la temporada anterior, con Santos Amaro como "jefe", y contando con Al Pinkston, Pilo Gaspar, Ramón Arano, que ya estaba en "el camino", Silvio Castellanos, William Berzunza, Witty Quintana, Asdrubal Baró. Y sin olvidar a los Pericos de Puebla, con "los Camacho de la Destrucción, Óscar Rodriguez, Miguel Sotelo, Rudy Sandoval, etc. A estos últimos, precisamente, se enfrentaron en la segunda serie, al visitarlos entre el 18 al 20 del mismo mes.

El caso es que el "alto mando" de los Diablos Rojos hizo cambio de mánager, entrando el "Shorty" Arroyo al quite, el 28 de Junio para que, al final, "desembarcaran" en el tercer lugar, con marca de 67-63, y a 10 juegos de los Sultanes.


A MIGUEL le sentaba bien la franela de los pingos, pues continuaba bateando bastante bien, además de lucirse al campo, cubriendo - aparte de la inicial - la tercera y el jardín.

Sus numeritos nos dicen que apareció en 123 partidos, conectando 129 hits en 428 veces al Bat, con 31 dobles, 8 triples y 17 cuadrangulares, con un promedio de .301; anotando 83 carreras, y produciendo 79. Y, respecto a la "guerra civil" esta terminó empatada, con 13 victorias por bando.

Y nos vamos, rápidamente, a lo que sucedió en la Liga Invernal Veracruzana (!bueno!, más bien, honestamente lo que puedo recordar) y que comenzó con buenos augurios, por la calidad de los peloteros que presentaban algunos equipos.

De la foto que incluimos, de los Millonarios de Puerto México, no estoy "muy seguro" que todos ellos hayan continuado, o de que sean "todos"; pero... no tengo base para decir otra cosa, más acertada. Así que procedo a dar los nombres de los que pude identificar.


De pie: Ray Garza (mánager); Manuel "Pilillo" Estrada, Rodolfo "Mulo" Alvarado, José "Chino" Ibarra, Claudio Solano, Marte de Alejandro, Tomás Martell, Pepe Rayle, Jaime Corella, Becerril Fernández. De en medio sólo reconozco a Rogelio Jiménez y a Narno Cupil. Sentados: Bartolo Zårate, Mario Herrera, Gabriel "Coca" Heredia, Pepe Correa, y el "massager" Ángel González. Es notoria, sobre todo, la ausencia de Rafael Fabela, del doctor Sentíes y de la Gata Padilla. Y, según me parece recordar, trajeron a dos "negritos": Abril McDillon y a Elbert John "Duke" Durden.


Pero, por otra parte, el dirigente máximo de los Petroleros de Minatitlán - el señor Héctor Luís Zarauz Fernández - armó un verdadero trabuco, empezando por darle la dirección del equipo al zurdo de Tacubaya, Memo Luna - quien también subía al cerrito, cuando era su turno.


Pero no vamos muy lejos, cuando vemos en la nómina a Luis Tiant, quien ya andaba en las Menores de Estados Unidos, y a Al Pinkston quien, para esos momentos era el máximo bateador en la Liga Mexicana, pues acababa de obtener su cuarto título de bateo, consecutivo. Y veamos a otros integrantes que pude recordar, a "la perfección".

Ing. Vallejo.

En la receptoría el bravo Beto Palafox (!toda una garantía!); en el cuadro José "Pasitos" Echeverría, Bobby Klauss, John Harmon, Mauro "Bailarina" Ramírez, Roberto Montelongo; y, en el pitcheo, Panchillo Conde Ramírez, Arturo Cacheux, Pepe Leyva, ¿Tommy Herrera? Pero debo dar mi reconocimiento al Ing. Enrique Vallejo Vertling, quien me ayudó a "completarlo" (y es que, me dijo, "nuestro amigo Zarauz no se encuentra en condiciones para apoyarte, debido a su estado de salud").

Así las cosas,  Palafox fue auxiliado - según me dijo - por Gregorio Luque y Eloy Gutiérrez. Otros lanzadores lo fueron Albert James y Carlos Santiago. Y en los jardines Cañitas Moreno, Cuco Toledo, Ramiro Caballero.


Vamos a dejar, para el próximo, los comentarios más "sabrosos" de esta contienda que, lamentablemente, tuvo un fin precipitado.

 ¡Cuando más buena estaba!

lunes, 25 de abril de 2016

BECERRIL





Por Cesáreo Suárez Naranjo.

Capítulo 19.

 Seguimos con esta labor - bastante grata - de platicar acerca de la vida de uno de los peloteros "más completos", que han aparecido en el firmamento del beisbol nacional: MIGUEL "BECERRIL" FERNÁNDEZ.

Pero como nos habíamos quedado en el momento que mencionábamos los nombres de los jugadores de los MILLONARIOS de PUERTO MÉXICO, uno de los equipos que participaron en la temporada 1961/62 de la Liga Invernal Veracruzana, bien vale la pena señalar que eran patrocinados por un grupo de empresarios de gran solvencia en Coatzacoalcos, encabezados por el señor PEDRO "PERICO" RUIZ RUIZ y su hermano MARIO (conocido, cariñosamente, como "EL FLACO", con quien tuve bastante amistad), y respaldados por los señores VÍCTOR y PEPE TUBILLA, ANTONIO SÁNCHEZ; y contando, además, con el dinamismo del señor VIRGILIO AHUJA, como Gerente.

Como buenos aficionados, apoyábamos a nuestro equipo; es más, el grupito que formábamos de entre seis a ocho amigos, para expresar mejor nuestro entusiasmo mandamos a hacer matracas, compramos cencerros, y yo - además - me "armé" con una bacinilla a guisa de casco.

Esto dio lugar a una sabrosa anécdota. Amábamos un ruidero de los "mil demonios", pero nadie decía nada, sobre todo cuando iba ganando nuestro equipo. Pero un día ocurrió que nos estaban dando una "santa paliza", los de Jåltipan, y nosotros, ¡dale que dale!,  seguíamos apoyando al equipo.

 Pero como junto a los empresarios se sentaba un señor que tenía un montón de cargos oficiales...¡bueno!, "sólo para empezar", era jefe de la Oficina de Hacienda Federal, se paró de su lugar, se acercó a nosotros, y con voz autoritaria nos dijo: "¡A ver si se van con su ruido a otra parte!"....Sin decir nada (pero, claro que pensamos: "¡pos éste!") de común acuerdo, a manera de protesta y disgusto, nos fuimos al otro lado de las gradas, por la tercera base, y empezamos a apoyar al equipo contrario. Pero, razonablemente, optamos por no llevar más nuestros "instrumentos".


Cambiando de tema, los Millonarios finalmente resultaron campeones de esa campaña, pero obtuvieron refuerzos, de bastante experiencia. Y, para no "fallarles", incluyo la foto, con los nombres de todos los jugadores, empezando por la fila de atrás: El Clipper Montemayor, Moi Camacho, Mulo Alvarado, Federico Bojórquez, Romeo Cadena, Marcelino Solís, Mario Saldaña, Guillermo Galindo, Lázaro Uscanga, Memo López, Gallina Peña. Sentados: un ayudante del gerente; Aarón Flores, Pilo Gaspar, el Clipper de Las Choapas, Huevito Álvarez, Gata Padilla, el doctor SENTÍES (quien, el pasado día 21, hubiera cumplido 87 años), Titino Cuevas, El Terrible Once (Garza Gómez), el masajista Ángel Gonzalez. Al frente: el Bat boy y catcher de prácticas El Mosco, HERMINIO LARA (quien estuvo presente en mi plática, el pasado miércoles 20 de Enero).

Llegó "1962"; y cuando supimos - mi amigo Pepe y yo - de que los Orioles de Baltimore iban a estar en el Seguro Social, en juego de preparación, allá por el día 18 de Marzo, nos dispusimos a estar ese domingo, que se enfrentaron - precisamente - a la novena escarlata. Casi todos sus jugadores estelares venían, encabezados por la figura inmensa, que era Brooks Robinson. Pero, además, ese equipo, dirigido Billy Hitchcock, traía jugadores que ya venían destacando como Jerry Adair, Gus Triandos, Jim Gentile, Boog Powell, Steve Barber, Milt Pappas, Hoyt Wilhelm, Dick Hall "El Siete Leguas", Robín Roberts, etc.


Del partido no tengo muchos recuerdos; pero, se me grabó muy bien el momento, allá por la sexta o séptima entrada, en que el "BECERRO" conectó un buen batazo por la pradera derecha, bueno para un doblete, pero MIGUEL siguió su carrera, tratando de hacerlo "triple", pero fue "fusilado" por el magnífico tiro del jardinero, que fue a dar con toda precisión al guante de Brooks quien, con toda tranquilidad esperó a nuestro personaje, para "enfriarlo". Los Orioles ganaron, 10 a 6. Volveremos.

martes, 12 de abril de 2016

17: CESÁREO Y BECERRIL



Por Cesáreo Suárez Naranjo

Aparte de las extraordinarias actuaciones de BECERRIL FERNÁNDEZ, Al Pinkston y Aldo Salvent, el desarrollo de la Liga Mexicana en su temporada número 36 - esto es, la de 1960 - mostró el siguiente panorama:

El retorno de los Pericos de Puebla, tomando el lugar de los Tecolotes de Nuevo Laredo (y conservando la mayoría de los jugadores); el segundo título de los Tigres del México, en sus apenas seis años de existencia; la despedida del beisbol, como pelotero activo (y después de once años en las Mayores) de Beto Ávila, aceptando la invitación de Alejo Peralta, para que lo hiciera enfundado en la franela de los "felinos"; el surgimiento de un pelotero cubano - jugando para los mismos Tigres - quien se reivindicó de la mala temporada que tuvo el año anterior: Luís Tiant.

Y, entre todo eso, el fracaso rotundo de nuestro circuito en sus encuentros contra los fortísimos conjuntos de la Liga de Texas (experimento que terminaría al concluir la siguiente campaña).

¡En fin!, que hasta pudiéramos hablar "un poco" de lo que pasaba en la Liga Central (clasificada como Clase "C") donde se dio aquel juegazo entre los equipos Aguascalientes y León; militando, en este último equipo, un pitcher quien - !por sólo ese hecho: el de lanzar 27 entradas en un partido, sin necesitar de relevo! - pasó a la inmortalidad; se trata (y muchos de ustedes lo recuerdan) de Hugo Ríos quien perdió finalmente el partido - 5 carreras a cuatro - ante la sucursal de los Tigres (¿quién se acuerda de Javier Rodríguez y Gregorio Polo?).



Y, "por ahí", formándose en esa misma liga menor, con el equipo de San Luís Potosí, andaba un muchacho que daría mucho que hablar durante más de 20 años que permaneció en la máxima liga veraniega de nuestro país; mucho que hablar, decíamos, por sus enormes facultades, como también por su rebeldía; Héctor Espino.

Pero, !bueno!, vayamos a la temporada de 1961. Y vamos a caer en una "verdad de Perogrullo", al decir que temporada tras temporada, los directivos de los equipos buscan reforzarlos, comprando o haciendo los cambios necesarios para traer a tal o cual pelotero, que "les ha llenado el ojo".

Obviamente eso fue lo que pasó con los directivos de los Diablos Rojos, quienes convinieron con el dueño del Águila a que les pasara al jugador más codiciado en esos momentos. Y ese pelotero era, sin duda, BECERRIL FERNÁNDEZ. Y fue, así, que se dio el cambio más sonado de todos los tiempos, en la Liga Mexicana.

Pero, hagamos un poco de historia. Los pingos, durante los últimos años de la década de los cincuentas, habían tenido como dueño a Héctor Peralta, hermano de Alejo (y de "Cacho" - Anacarsis).


Más, sucedió, que Héctor tenía inversiones en Cuba. Y al triunfar la revolución, con Fidel Castro a la cabeza, se vino la nacionalización de las empresas, y Peralta se vio un tanto "descapitalizado".

Para sacar adelante las cosas, de manera temporal, don Alejo se hizo cargo del "paquete". Pero, para 1960 (si mal no recuerdo) los Diablos ya tenían nuevos dueños: los señores Manuel Marrón, Víctor Rivero, Jaime de Haro (y no sé si, también, Rafael Lebrija). Y ofrecieron a ese tremendisimo jugador (por estatura y calidad) Al Pinkston. Y además, le dieron la "ñapa" a Carlos Rubio (el dueño del equipo porteño) en la persona de Ernesto García.

Todavía, en el cambio, Rubio se dio el lujo de incluir a Pepe García (!sin pena, ni gloria!).

El caso es que el Águila, con Santos Amaro al timón, quedó "armado, hasta los dientes", para - así - obtener el gallardete de esa campaña. Los Diablos, con muy buenos jugadores, aun tendrían que esperar tres años más, y la llegada de Arnulfo Rodríguez, como gerente (y Tommy Herrera, de mánager), para lograr otro título.

Ahora bien; este era 1961; y BECERRIL tendría, por managers, al Chero Mayer - aún activo, como jugador -, a quien sustituyó Wilfredo Calviño el 28 de Mayo. Y, de compañeros a Leo Rodríguez, Jungla Salinas, Gene Collins (Motocicleta), mi pariente Alberto Joachín, Rafael Fabela, Beto Palafox, Humberto Guerrero (Pajarito), Felipe Montemayor, Herminio Cortés, Aaron Flores, Tomás Herrera, Ronnie Camacho (quien había iniciado la temporada - también - con el Águila), etc.; "más, de ésto", en nuestro próximo.


jueves, 7 de abril de 2016

Capítulo 16: Cesáreo y Becerril


Aldo Salvent y Al Pinkston.


Por Cesáreo Suárez Naranjo

Capítulo 16.


Decíamos, en nuestro anterior, que 1959 fue el año en que la Liga Mexicana, y la de Texas (ambas Clase Doble "A") se pusieron de acuerdo para que sus respectivos equipos (seis de cada lado) llevaran a cabo confrontaciones, con series de tres partidos cada una, a visita recíproca, en la que se denominó "Asociación Panamericana".


De tal manera, los equipos mexicanos se prepararon para su primera confrontación internacional. Y, junto con algunos amigos, nos programamos con bastante anticipación para estar en algunos de esos juegos. Y, ¡bueno!, uno se pone nostálgico cuando recuerda cosas que sucedieron hace un buen tiempo.


Para los que llegábamos de fuera - en nuestro caso desde Coatzacoalcos - para ir al viejo Parque Deportivo Veracruzano era bastante fácil, pues la terminal de la línea de autobuses (¡dizque de primera clase!), sita en la esquina de Prim y Doblado, estaba apenas a unos cuantos cientos de metros de la casa de los "emplumados"; si mal no recuerdo donde confluían las calles de 20 de Noviembre y Azueta, con la Facultad de Medicina a sus espaldas.


La "invasión tejana" dio comienzo el martes 12 de mayo, con la llegada del equipo de Tulsa; y, con tres juegos más, ese fin de semana les tocó la visita a los de Amarillo, a los cuales vimos "en vivo" el sábado por la noche, y el domingo por la tarde.


Este equipo estaba afiliado a los Orioles; y entre sus jugadores que destacaban - y llegaron más tarde a las Mayores - estaban Charles Beamon, Jerry Adair, Bo Belinsky, Steve Barber, así como Cal Ripken padre, progenitor del ahora miembro el Salón de la Fama. En los otros equipos andaban Frank  Howard, Gaylord Perry, Billy Williams, Ron Santo, Bob Hendley, etc.




El Águila les devolvió la visita a esos mismos equipos, entre el 22 al 27 del mismo mes. Estas confrontaciones sirvieron para que los aficionados nos diéramos cuenta de la gran diferencia entre aquella liga y la nuestra. Y el club jarocho, donde ya andaba Becerril, fue de los peores, con sólo 11 triunfos por 24 descalabros. Y en el resultado global, de los 216 juegos programados se pudieron realizar 214, de los cuales 130 se llevaron nuestros "primos", y el resto para los equipos nacionales.


Doblamos la página, para irnos a la temporada siguiente - 1960 - y, para empezar, el Ing. Carlos Rubio trajo de regreso a Santos Amaro, para darle el mando del conjunto porteño.


Recordemos que fue Amaro quien, en 1952, les había dado su último título. En esta ocasión, el Águila mejoró su posición en el standing, quedando en segundo lugar, a 7 juegos de los Tigres, quienes obtuvieron el primer lugar.


En ello, mucho tuvo que ver que mientras los "felinos" lograron marca de 21-13 ante los tejanos, al llevarse a cabo la segunda confrontación de la "Asociación Panamericana", el Águila, en ese sentido, terminaban últimos, con 10-26. Los "primos" volvieron a dominar "el panorama", con 128 ganados contra 85 obtenidos por los nuestros.


Pero, entre todo esto, lo mejor fue la actuación sobresaliente del "muchacho de Las Choapas", en su segunda temporada con el equipo, pues aunque sólo bateó para .276 (producto de 142 hits en 515 veces oficiales) tuvo el honor de ser el primer mexicano en pasar de la marca de los 30 cuadrangulares; 33, para ser más exactos.


Fue una lucha cerrada, la que sostuvo BECERRIL con Aldo Salvent (de los Petroleros de Poza Rica) quien, con 36 "palos de vuelta entera", se quedó con el título de ese departamento.


Con ello, cayó la marca anterior, de 33 "vuela-cercas", conectados por el tremendo Joshua Gibson 19 años antes (un caso curioso lo fue Al Pinkston, quien arrancó "como caballo fino", teniendo gran ventaja sobre los demás bateadores a mediados de la temporada, pensándose que ganaría la Triple Corona de bateo; pero "aflojó el paso", para terminar con 26 cuadrangulares).

"Huevito" Álvarez.



No omitiremos el "resto" de los numeritos  de Miguel, en esa grandiosa temporada:  participó en 140 partidos, con 26 dobletes, 7 tribeys, produjo 101 carreras y anotó 97. Ni pasamos por alto que dos de sus batazos de "cuatro esquinas" los dio con las bases llenas. Y, al campo, se "repartió el trabajo" entre la tercera base y las paradas cortas con "Huevito" Álvarez y Pablo Bernard.

martes, 5 de abril de 2016

BECERRIL Y CESÁREO 15



Por Cesáreo Suárez Naranjo.

Capítulo 15.

La Liga Mexicana, con seis equipos en 1959, dio inicio a su temporada el viernes 10 de abril con un calendario ajustado de una manera un tanto "atípica" - cabría decir, más bien, algo "disparatada" (sino dígalo el hecho de que en el puerto de Veracruz el Águila y los Tecolotes tuvieron que celebrar seis partidos seguidos, entre el día 10 - precisamente - hasta el 15, y luego contra los Tigres otros seis días consecutivos, entre ellos un double-header).

Todo ello debido a que tenían que cumplir con el compromiso de enfrentarse - también - a los conjuntos de la Liga de Texas, que empezaban al unísono (para concluir la temporada regular el 2 de Septiembre).

En tanto, en la Liga Internacional se daba el "arranque" el martes 14 del mismo mes, en el que destacamos la serie de cuatro partidos, que el equipo de Toronto sostendría en La Habana, Cuba, ante los "Sugar Kings", ya - la isla - bajo el gobierno de Fidel.

Preston Gómez.

Como dijimos en nuestro anterior - "y como todo mundo sabe" - los "reyes del azúcar" estaban dirigidos por Preston Gómez (a quien conocí en el invierno de 1951, cuando él hacía "llave" con Beto Ávila alrededor de la segunda colchoneta, defendiendo la franela de los Cafeteros de Córdoba; y había tenido de compañero, entre otros, a Rosario Fernández, "el original BECERRIL").

Hacemos este recuento porque Preston, además,  ya sabía "quien era Becerril", dado que había llegado a dirigir a los Diablos Rojos, al fallecimiento de Lázaro Salazar, y estuvo desde fines de Abril de 1957 hasta Agosto del año siguiente en tanto que MIGUEL era parte de sus odiados rivales: los Tigres.

En una palabra: "Preston", dice de esto Tomás Morales, "estaba hipnotizado por sus facultades (Tommy dixit...y, yo, para no quedar "corto" agrego: "fascinado, cautivado, subyugado"; cualquiera de esas palabras aplica).



Pero el caso - o, más bien, lo triste - es que BECERRIL no cumplió con las expectativas que tenían los "mandos" de los Sugar Kings - léase Preston, y el G.M. Bobby Maduro. Miguel, de quien ya mencionamos sus "numeritos" con anterioridad, quedaba entonces a disposición del "mejor postor". Y, éste, resultó ser el Ing. Carlos Rubio Álvarez, quien se "lo jaló" para reforzar a su equipo, el Águila de Veracruz, el que volvía a tomar un sitio en la Liga.

Rubio designó como mánager a Guillermo Álvarez, quien fue sustituido el 13 de mayo por Miguel Gaspar (precisamente al segundo día de que iniciaron los enfrentamientos con los equipos tejanos).


Los integrantes de los "pájaros rojos" formaban algo así como una "miscelánea"; unos, "remanentes" del Yucatán; y, otros, provenientes de los demás equipos de la Liga.


Ing. Carlos Rubio.

De tal manera, encontramos - como compañeros de Becerril (aparte de los ya citados Huevito y Pilo) a Rodolfo "Mulo" Alvarado, Tomás "Piyuyo" Arroyo, Danny Bankhead, William Berzunza, Federico Bojórquez, Pablo Bernard, William de Jesús, Lino "Chucumite" Donoso, Eddie Escalante, Pepe García, Gilberto "Guarao" Guerra, Alfredo "Moscón" Jiménez, Orlando Leroux, Alejandro "Cañitas" Moreno, Eduardo "Pecas" Serrano, Olmedo Suárez, Ángel "Cuco" Toledo, Alberto "Cuarto de Pollo" Alfonso, Joe Nakamura, y Ramón Arano (quien estaba en su "año de novato", y llegó de Poza Rica a media temporada).


Con esa plantilla, el Águila quedo en el quinto lugar del standing (67-78), pero muy por encima de los Tigres "de Alejo Peralta", ya que este empresario sometió a una reestructuración al equipo, y "no le funcionó", pues tuvieron la marca más horrible de que se tenga memoria (con sólo 39 ganados, por 104 derrotas). Ahí, el "Pollo" Ferrer se llevó 20 "descalabros"; y un jovencillo cubano cargaba con 19 derrotas (!quien iba a decir que, con el tiempo, viniese a ser el pitcher originario de esa bella isla, con más triunfos en las Ligas Mayores!).



Por lo que hace a "nuestro personaje", su actuación fue en tanto discreta, pues apareció en 106 juegos de los 145 que sostuvo su equipo, con promedio de bateo de .282, gracias a 109 imparables en 386 turnos legales, con 19 dobles, 9 triples, e igual número de cuadrangulares, llegando "a salvo a la registradora" en 55 ocasiones, y empujando 58; añadiendo a ello 8 estafas, 39 pasaportes gratis y 71 chocolates. Al campo defendió la tercera almohadilla (posición que había cubierto el boricua Oscar Rodríguez quien, tan pronto como llegó BECERRIL, fue pasado a los Tecolotes de Nuevo Laredo).



En nuestro siguiente: "algo, sobre la invasión tejana". Aquí estaremos.

domingo, 3 de abril de 2016

INTELIGENCIA Y BEISBOL


DR. CARLOS RODRÍGUEZ CANDILA:

En diferentes formas medios y contra ello minimizado y justifico que las ciencias son para escasas personas cuya paciencia e inteligencia le procuran al béisbol donde además y por encima de la habilidad del practicante de tal juego pone en acción eso llamado inteligencia combinado con esfuerzo físico y talento para hacer con perfección hasta lo inesperado ante lo estratégico planeado aun con resulto favorable merced a su conocimiento y capacidad para lograrlo sin esperarlo pero ubicado en tiempo, lugar y persona conseguirlo en un deporte entre lo pasivo y activo es eso, tener conocimiento de la complejidad este deporte y entonces el aficionado un manager mas desde las gradas planea, piensa, y es otro jugador pasivo-activo.

El Sr. Elizarrarás tiene fundamento y escribe con precisión advirtiendo hasta donde las innovaciones (ayer) y Hoy)

Don Carlos Castillo en sus volúmenes de historia  del béisbol en Yucatán y Campeche nos narra lo que compiló desde el siglo antepasado duración y hasta formas con palomas mensajeras antes del radio como medio masivo de comunicación (siglo XIX). 

Cito acuda al montículo a INSTRUIR;  esto pues  Elizarrarás bien nos señala que 30 segundos  permitidos para que couch o manager acuda al montículo a hablar con su pitcher para instruirlo son los que puede consumir el sólo salir de la caseta y tratar de llegar al montículo.



Tal vez los 30 segundos se contarán reloj en mano del umpire desde que inicia en tal sitio  y terminar la instrucción, regla muy radical en cualquier sentido con tal de abreviar el tiempo de juego según consenso de dirigentes. 

Así entonces como Carpentier escribiera en su Recurso del Método , mas con su artimaña sea cualquier jugador de campo a defensiva  use más tiempo con señales premeditadas  no acuda el manager o couch  de pitcheo ni tengan que salir (se usa actualmente de forma ligera) para lo no contemplado que acuda hablar con el  pitcher con "X" instrucción, situación que resta la presencia del manager o sus couches  para mantener el espectáculo y la esencia de este deporte y de todas formas no se acorta el tiempo de juego. 

Lo demás que ilustra en su comentario Elizarrarás lo comparto y totalmente de acuerdo.


Acerca de tus columnas y sobre todo la de hoy son de lujo, Jesús, definitivo: Aurelio Rodríguez  fue TODA UNA GLORIA MEXICANA EN MLB y el destino así cumple, hasta el lujo de llegar a jugar la serie mundial y además contra otro muy grande, dos grandes sonorenses que vaya que sonaron y además ese porcentaje de bateo en tal evento  batearle a Fernando dos hits, más el de su alto porcentaje en la serie de .475 y su gran calidad de fildeo, por eso lo contrató el controvertido George Steinbrenner aun con su carácter  controvertido. 


Grande Aurelio, agrego, y una lástima que Vinny Castilla no hubiese sido parte de los Yankees. Mucho mas tendríamos y  respecto al gran Comanche, Celerino Sánchez, ni que agregar: mostró su calidad. 

Muy buena observación excepto Vinicio Castilla, esos que mencionas mostraron su capacidad, lástima del racismo  como sucedió con Alfredo Aceves  y fue factor de mantenerlo en banca Girardi aun perdiendo, pero en fin.

FELICIDADES por tal compilación, remembranza y aliento de que no olvidemos que desde Melo Almada hasta hoy sabemos y entendemos la ciencia de como jugar béisbol y ser competitivos.


Talento sobra, organización y convenio mutuo y equitativo solitos hacen las cosas. 

Sólo nos falta poner más énfasis en materia política y comercial, pues el tercer aporte de divisas de la economía mexicana viene de braceros o inmigrantes legales o no. Un Abrazo y saludo.

viernes, 1 de abril de 2016

CESÁREO Y BECERRIL

Al Pinkston


Por Cesáreo Suárez Naranjo

Capítulo 14.

En los pasados capítulos nos vimos en la necesidad de echar una mirada en retrospectiva - exclusivamente de aquella época del beisbol invernal en nuestro país - todo en función de saber más ampliamente sobre las actuaciones de MIGUEL BECERRIL FERNÁNDEZ en la fuerte pelota que se jugaba antes que llegara a su fin la década de los años 50´s.

Para la temporada de 1959, la Liga Mexicana, el máximo circuito de verano en nuestro país, iba a ver varios cambios...y novedades. Por ejemplo: el "legendario" equipo Águila de Veracruz regresaba, después de un año de ausencia, ocupando el lugar dejado por los Leones de Yucatán. 

Por su parte, los Diablos Rojos del México anunciaban el arribo de un pelotero norteamericano quien - dijeron los medios - "iba a quemar la liga". Pero, lo más gracioso, es que algunos de esos "informativos" tergiversaron el nombre de dicho jugador, y aseguraron que se trataba de "Vada Pinson"; pero éste era un joven que para esos momentos representaba una de las más grandes promesas de uno de los equipos de las Ligas Mayores: los Rojos de Cincinnati, y estos !obviamente!, no lo iban a soltar.

Todo se aclaró, días más tarde, cuando se supo que "ese" jugador, en realidad, era Alfred Pinkston (foto) quien, cuando lo vieron los comentaristas y aficionados impresionó...(y decepcionó a la vez). Un tipo enorme que, "creo, usaba zapatos del 35", pero que nunca jugó en la Gran Carpa.  De él  bastante que supimos, en su "momento", ya que ocupó los titulares por un buen tiempo.

Otra novedad lo fue, sin duda, el que se llegó al acuerdo de que los equipos de nuestra liga y los de la de Texas celebraran confrontaciones a visita recíproca. Fue llamada "la Asociación Panamericana". El presidente de la Liga lo era, entonces, Lalo Orvañanos, y la del Estado de "la Estrella Solitaria" Dick Butler.

Los dos circuitos eran de Clase "Doble A", pero...¡qué gran diferencia, Dios mío! Fue aplastante la superioridad de los texanos - Victoria, Austin, Tulsa, San Antonio, Amarillo y Corpus Christi - todos ellos con números positivos, en tanto que sólo los "pingos" salían en defensa de "nuestra dignidad" (algo más de "esto", hablaremos más adelante).



Pero, lo más trascendente - al menos para estas páginas, dedicadas al "Becerro de Oro de Las Choapas - es que el que era hasta entonces "su" equipo - los Tigres del México - quedaba "libre" del convenio que tenía con los Piratas de Pittsburgh. No sabemos, a "ciencia cierta", si fue Alejo Peralta (foto) el que lo dio por terminado. O lo fue el mismo equipo ligamayoritario el que lo hizo, por decisión de su G.M. Joe L. Brown (foto).


El caso es que BECERRIL - hasta donde podemos imaginar - dejaba de interesarle tanto a los Bucaneros como a "don Alejo".

Se dice que, entonces, se vino a su "terruño querido". Pero no faltó quien si se interesaba por él. Tengo a la vista los comentarios de algunos colegas: Tommy Morales, y Jesús Alberto Rubio.

La versión es ésta: Pedro "Preston" Gómez, para entonces mánager de los "Havana (sic) Sugar Kings, le pidió permiso a "su jefe", Bobby Maduro, para venir a buscarlo en viaje especial  "hasta la puerta de la factoría de PEMEX", y convencerlo de que se uniera a ese equipo, que participaba en la Liga Internacional, clase Triple "A" (escalón, inmediato hacia las Mayores), y que tenía - entre otros - a  Rogelio "Borrego" Ålvarez, Vicente Amor, Luis "Tite" Arroyo, Leo Cárdenas, Elio Chacón, Miguel Cuellar, Pompeyo Davalillo, Enrique Izquierdo, Daniel Morejón, Carlos Paula, Cookie Rojas, Tony Gonzalez, Andrés Ayón, Vicente López. ¡Mucha gente conocida; y algunos que en poco tiempo destacarían en el "Gran Circo"!


Pero BECERRIL volvió a fallar en su intento, no tan sólo de quedarse en el equipo cubano, sino de ir - todavía - "más arriba", hasta donde todos los demás ambicionan: !las Mayores!

La verdad es que "no le echó muchas ganas" (pero, ¿cuántas razones hubo, realmente, en ello?). El caso es que los "fríos números" no mienten, pues apareció únicamente en 13 partidos, con 7 hits en 36 veces al bat, con 2 jonrones, anotando 3 carreras y produciendo 4, llevándose 10 "chocolates", y promedio de .194. 

Y, así, Bobby Maduro le dijo: !good bye! (Irónicamente, al concluir la temporada, los "Sugar Kings" no sólo quedaron como campeones de la liga, sino que derrotaron a los Minnesota "Millers" - Asociación Americana - en la "Pequeña Serie Mundial").


Pues bien; de todo "esto", don Augusto Palma Alor - antiguo comentarista de Las Choapas, y biógrafo de "cabecera" de Becerril (de quien anexamos su foto) dijo, de él, con toda la crudeza que reviste la verdad, que Miguel "se puso sus moños, y pidió que para esa aventura lo acompañara un amigo, o un hermano" (además de "otras cosas", que tenían que ver con una vida un tanto disipada).


Por su parte, Jesús Alberto Rubio "llegó a saber" (y así me lo compartió) de cuando Becerril estuvo con Columbus que "se sentía molesto, por otras costumbres, por la rígida disciplina, y por otro idioma; y, además, inconforme con los mil dólares que le pagaban, un día se atrevió a solicitar quinientos más de aumento; y, al no obtener respuesta, optó por retornar con los suyos".